miércoles, 9 de noviembre de 2011

Capítulo 1

Esperamos que os guste :)



No podía parar de mirar el reloj. 5....4...3...2...1........


Otro año más... ¡Por fin acabaron las clases! Ahora toca disfrutar del verano. Lo peor es que mi mejor amiga, Alex, está enfadada conmigo... Todo por un tío y un malentendido. En fin... Hoy intentaré aclarar las cosas con ella, aunque es complicado ya que no quiere escucharme. Todavía no entiendo porqué después de tantos años juntas nos hemos enfadado por una tontería:



El día de mi 16 cumpleaños (buff... ¡qué cumpleaños...!, uno de los peores días de mi vida), suponía que me lo iba a pasar en grande con mis amigos, sobre todo con Alex, pero me confundía. Todo era perfecto hasta que nos fuimos a la discoteca que tenía alquilada por mi cumpleaños, había poca gente, por lo que decidí llamar a mi hermano, Pablo, el típico tío guay que tiene todas las chicas detrás suya. En verdad lo entiendo. Si no fuera mi hermano seguramente yo también estaría pillada por él.


- Dime Carol.

- Imbécil, no te has pasado por aquí en toda la noche. Esto está muerto. Podías venir hasta aquí con algunos amigos...

- Ui, ui... Mi hermana pequeña quiere mi presencia en su fiesta... ¡Solo me quieres para cuando necesitas ayuda!

- Que dices tío, con lo que yo te quiero...

- Se lo comento a estos pero no prometo nada. Venga, un beso Carol.

- Un beso, no me falles. Te quiero.


Diez minutos más tarde llegaron mi hermano y algunos amigos suyos. Entre ellos estaba Mark, el chico que le gusta a Alex y el mejor amigo de mi hermano. Poco a poco la discoteca se empezó a llenar mientras yo bebía sin control. No conocía a mayoría de la gente pero supuse que serían conocidos de mi hermano Pablo.


Estaba muy agobiada, me mareaba y no encontraba nadie conocido. Busqué y busqué a Alex, a Nacho, a mi hermano, a Laura... pero nada. Me encontraba cada vez peor y necesitaba salir a respirar aire fresco, así que cuando vi a Mark di gracias a dios. Él había bebido también pero no estaba tan afectado como yo. Le pedí que me acompañara afuera y aceptó.


Uff... Me sentía muchísimo mejor por lo que le di un abrazo a Mark dándole las gracias, pero de repente él me besó en la boca justo cuando salía Alex de la discoteca. No estaba precisamente hábil de reflejos y cuando me aparté vi como Alex salía corriendo y con lágrimas en los ojos.


Desde ese día he intentado hablar con ella y no ha habido suerte pero estoy segura de que hoy las cosas cambiarán y pasaré el mejor verano de mi vida con Alex y mis amigos.

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